Por ahora están en marcha dos de las cuatro cintas de la saga, una de las más taquilleras de la historia, aunque Cameron permanece ante la disyuntiva del rodaje submarino con la tecnología de captura de movimiento.

Tiene que ser así, porque Ávatar 2 y Ávatar 3 mostrarán un mundo inexplorado sumergido en las profundas aguas de un lugar desconocido en el universo. Estamos en ello, sugirió el director.

Nunca se ha hecho antes y es muy complicado porque nuestro sistema de captura de movimiento es de los llamados de base óptica, como la mayoría, y ello significa que usa marcadores fotografiados con cientos de cámaras, explicó.

El problema con el agua no es la parte submarina, sino la interfaz entre el aire y ese líquido vital, lo cual forma un espejo móvil que refleja todos los puntos y marcadores, creando a su vez, muchos de estos falsos, aclaró el cineasta.

Imagínense un avión de combate tirando un montón de paja para confundir el sistema de radar de un misil, ello crea miles de objetivos ilusorios, por lo que hemos tenido que resolver ese problema.

Luego de un año y medio de investigaciones tecnológicas, el mundo insondable del océano que se dejará ver en Ávatar 2 y 3 ya tiene todo preparado para comenzar su rodaje.

Aún trabajamos en nuestro pequeño tanque de prueba: luego, pasaremos al tanque grande en enero. Hay mucho trabajo con agua en Avatar 2 y 3; también lo habrá en la 4 y la 5, pero el énfasis está en aquellas dos, confesó Cameron durante una entrevista por el aniversario 20 del estreno de Titanic.

En la actualidad ambos filmes de Ávatar se ruedan de forma simultánea, y cuando termine la producción de ambas películas, James Cameron se tomará un descanso y volverá meses más tarde para ponerle manos a la obra con los Ávatar 4 y 5.