Por primera vez, un grupo de científicos ha revelado que las aves marinas pueden oír bajo el agua

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Portada 05 Junio 2017
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Esto ofrece nuevas posibilidades para la protección de aves marinas en aguas muy transitadas. Focas, ballenas y otros animales marinos pueden oír bajo el agua. Y el cormorán comparte esa misma habilidad, tal como revela una nueva investigación conducida por la Universidad Southern Denmark (SDU).

 

Según los biólogos, tiene sentido que los cormoranes puedan oír bajo el agua - donde se encuentra gran parte de su alimento. Cerca de cada diez especies de aves en el mundo - unas 800 especies- cazan bajo el agua y es posible que otras puedan oír también bajo el agua.

Los investigadores Kirstin Anderson Hansen, Alyssa Maxwell, Ursula Siebert, Ole Næsbye Larsen y Magnus Wahlberg del Departamento de Biología de la Universidad de Southern Denmark han analizado el oído del cormorán Loke en la estación de investigación de biología marina de la SDU en la ciudad danesa de Kerteminde.

"Oír bajo el agua tiene que ser un sentido muy útil para los cormoranes, del que dependen para poder encontrar alimento, incluso si el agua está turbia o si viven en regiones árticas donde el agua está oscura durante largos periodos de tiempo," dice Kirstin Hansen.

Los cormoranes pueden oír sonidos en un rango de entre 1 y 4 KHz y es en este rango que peces tales como pequeños siluros y arenques producen sonidos. Ambos conforman la dieta del cormorán.

Entre 1 y 4 kHz no es el único rango en el que el sonido de los peces es perceptible. En este rango también están los sonidos antropogénicos.

"Los sonidos antropogénicos pueden alterar los animales marinos hasta tal punto de impedirles encontrar alimento o no poder comunicarse entre ellos. Por ejemplo, es un problema conocido por las marsopas y focas, y ahora también es un problema potencial para las aves. Sin duda, es algo que deberíamos tener en cuenta", dice Magnus Wahlberg, profesor asociado.

Entre los sonidos antropogénicos se puede incluir de todo, desde turbinas de viento, tráfico marítimo y motos de agua a plataformas petroleras. Los biólogos de la SDU estudian ahora realizar más pruebas y probablemente las próximas aves en ser examinadas sean el arao común y el frailecillo.