47 especies de peces de las 68 que habitan la costa este, en especial en aguas frente a la costa de Odisha y Bengala Occidental, son particularmente vulnerables al cambio climático

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Caladeros 26 Diciembre 2016
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Según la primera evaluación de este tipo conducida por el Instituto de Investigaciones Marinas y Pesqueras (CMFRI). Esta vulnerabilidad obedece no solo a cambios en el clima sino a la presión pesquera y una menor productividad.

En conjunto, el 69% de las 68 especies de peces estudiadas resultaron ser vulnerables a los cambios climáticos. Entre estas se incluyen el pato de Bombay, el atún, los tiburones, varios crustáceos, japutas y peces gato, entre otras.

"La costa occidental también está sometida a una fuerte presión pesquera pero es más abundante en peces, por lo que es menos vulnerable," dice el Dr. P U Zacharia, científico del CMFRI y autor principal del informe.

Los peces que habitan aguas superficiales o cercanas a la superficie como los atunes, la caballa y la sardina son las más afectadas por los cambios en la temperatura. También representan un porcentaje importante de la captura.

La sobrepesca juega un papel importante en la vulnerabilidad de 16 especies.

"La sobrepesca lleva a una mayor sensibilidad a las fluctuaciones climáticas," dice Zacharia.

La vulnerabilidad depende de la habilidad de una especie a adaptarse al cambio climático. Sus patrones de desove, localización geográfica y la disponibilidad de presas determinaría finalmente sus número. Entre las especies bajo mayor presión se incluyen el Harpadon nehereus en la costa occidental, el Ilish en la costa oriental y la sardina hallada frente a la costa de Tamil Nadu.

Para la evaluación, el CMFRI estudió especies de interés comercial en cuatro regiones geográficas: noroccidental (entre Gujarat y Maharashtra), sudeste (Goa, Karnataka, and Kerala), sudeste (TN y una parte de AP) y sudoeste (al norte AP, Odisha y WB).

Los científicos examinaron el grado de exposición de cada zona a los cambios en la temperatura de la superficie del mar, la velocidad de la corriente marina y las precipitaciones. La temperatura de la superficie del mar aumentó entre 0,50ºC y 8ºC a lo largo de la costa india desde 1975, con los mayores aumentos en la costa oeste. Los peces que habitan la superficie o cerca de ésta son los más afectados por los cambios en la temperatura. Estos peces pelágicos, como se los llama, representaron más del 50% de los desembarques en la India el año pasado.

Tan importante como los cambios climáticos es la sensibilidad de una especie a estos cambios y su capacidad de adaptarse a estos. El estudio llegó a esta conclusión examinando las características biológicas de cada especie, si se alimenta de una variedad de presas o si tiene una temporada de desove larga por ejemplo, así como si su población ya estaba sometida a la presión pesquera.

La anchoa dorada y la hilsa son más vulnerables porque habitan un rango geográfico limitado. En cambio, peces con una amplia distribución geográfica como el surmai y la sardina y chiles pueden tener una probabilidad de supervivencia mayor. Otros como los tiburones, los peces gato y los atunes son más vulnerables porque son grandes y tienen reproducciones lentas. Estas especies podrían tener problemas para restablecer sus poblaciones en un escenario de cambio climático y alta presión pesquera.

Únicamente unas pocas especies son vulnerables debido principalmente al cambio climático. La gamba puede ser una de ellas - sus criaderos son los estuarios, indica Zacharia, que se verán afectados directamente por el aumento de la salinidad debido al aumento del nivel del mar.

Ente las especies más resistentes se incluyen las sardinas y la caballa. Tienen un rango de distribución mayor y se reproducen y crecen rápidamente. Pero incluso las sardinas son vulnerables en la costa occidental, advierte el estudio, dado que son mucho menos abundantes en esa región y están sometidas cada vez más a la enorme presión pesquera.

El informe recomienda abordar la sobrepesca, en especial de aquellas especies más vulnerables, e impedir más destrucción de los hábitats costeros. Entre las medidas clave se incluyen el número de barcos pesqueros, regular la captura de peces juveniles y reforzar las prohibiciones durante las temporadas de reproducción.

"No podemos hacer mucho por detener el cambio climático a corto plazo," dice Zacharia. "Pero podemos pescar de forma más sostenible."