Bilbao licita la primera fase de construcción del Espigón Central para el asentamiento de nuevos proyectos estratégicos

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Puertos 29 Febrero 2016
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  • Contará con una superficie de 334.000 m2 y el precio de licitación es de 125,03 millones.
  • Será financiado en un 80% con los propios recursos de la Autoridad Portuaria y el 20% restante lo aportará la Comisión Europea al ser considerarlo un proyecto estratégico.
  • La demanda de suelo y el grado de ocupación actual, cercano al 80%, aconseja crear superficie para acoger nuevas oportunidades de negocio.
  • El concurso incluye el proyecto de estabilización de la cantera de Punta Lucero, de la que saldrá material excedente, al coincidir en el tiempo ambas obras.

La Autoridad Portuaria de Bilbao ha sacado a licitación, por 125,03 millones de euros (IVA excluido), la primera fase de las obras de construcción de un nuevo muelle en el Abra exterior. La Comisión Europea aporta una subvención de 23,24 millones, en el ámbito del programa Connecting Europe Facility (CEF), bajo la propuesta: "Future Proofing Bilbao – Core Port of The Atlantic Corridor", al considerarlo un proyecto estratégico.

En esta primera fase, que se prevé finalice en 2019, se ganará al mar 334.000 m2 de superficie y 1.081 metros de línea de atraque, con un calado de 21 metros. La superficie obtenida supondrá algo más de la mitad de los 600.000 m2 que tendrá el muelle una vez concluido.

La nueva explanada, denominada Espigón Central por su ubicación (en la zona abrigada por el dique de Zierbena y su contradique), supone el total aprovechamiento de la misma y permitirá atender la demanda de superficie para el asentamiento de nuevos proyectos privados y nuevos tráficos.

Obra estratégica

Bilbao es uno de los principales puertos del Corredor Atlántico con una ocupación cercana al 80%. El incremento previsto de los tráficos para los próximos años y la demanda continua de suelo portuario hace prever que en 2020 el Puerto de Bilbao puede llegar al techo de su capacidad. Por ello, si no se inicia este año las obras de creación de nuevo suelo, se generaría la pérdida de oportunidades y la fuga de empresas que necesitan asentarse en grandes enclaves portuarios para reducir costes logísticos o porque su producción no pueda ser transportada por carretera. 

Además, la UE prevé que la congestión marítima sea un grave problema para los puertos de toda Europa en el año 2030, incluidos los puertos del Corredor Atlántico, generado por la tendencia al alza en el tráfico, lo que aumentará el tiempo de respuesta al buque debido a su tamaño y a la cantidad de mercancía que se carga y se descarga, así como el aumento del tiempo de espera de los buques para entrar al puerto. Por ello, la subvención de la UE se enmarca en un proyecto global con el objetivo de aumentar la capacidad del puerto. Asimismo, después de la finalización del proyecto global, la congestión dentro de la zona portuaria se reducirá en un 20%, lo que contribuye positivamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La acción también contribuirá a aumentar la competitividad, promover el desarrollo económico de la región y el uso de modos de transporte que tienen menor impacto medioambiental. La Autoridad Portuaria prevé, concretamente, que este espacio sea utilizado para implantaciones mixtas y tráficos nuevos.

Estabilización de la cantera de Punta Lucero

La licitación del Espigón Central, y su posterior adjudicación, incluirá la estabilización de la antigua cantera de Punta Lucero, ya que aunque ambas obras son independientes y realizadas por motivos distintos, coinciden en el tiempo y, acompasando su ejecución, el material sobrante de la cantera puede aprovecharse como relleno del muelle.

La Autoridad Portuaria de Bilbao lleva tiempo analizando distintas opciones para garantizar la seguridad de esta antigua cantera, la seguridad de las empresas de la zona y la durabilidad de dicha obra. Esta cantera, ubicada en el término municipal de Zierbena, se explotó para suministrar material para la ampliación del Puerto de Bilbao desde los años 70 hasta hace unos 15 años, aproximadamente. En su mayor parte tiene un aspecto estable, excepto en una zona muy determinada por la disposición e inclinación de las lajas de roca y el habitual progresivo deterioro por efectos de lluvias y temperaturas.

Los desprendimientos en dicha zona han obligado, por razones de seguridad, a cortar el vial que pasa a sus pies, así como a la disposición de bloques de hormigón que impidan que las rocas que rodaran por la ladera lleguen hasta los cercanos depósitos de productos petroquímicos. Estas medidas adoptadas tienen carácter provisional y obligan a acometer actuaciones que den una solución permanente al entorno, dotándolo de la seguridad necesaria para el correcto desarrollo de las actividades portuarias, tanto de tránsito de camiones por el vial, como de almacenamiento de graneles líquidos.

Visto el hecho, se decidió hacer un estudio previo de la zona afectada y un desarrollo posterior del mismo para establecer las alternativas que dotaran de estabilidad a la ladera. Descartadas las alternativas de sostenimiento con anclajes y mallas por su mal comportamiento a medio y largo plazo, se decidió acometer la estabilización reperfilando la ladera en ese entorno dotándolo de taludes y bermas adecuadas para garantizar seguridad y durabilidad a largo plazo. Este reperfilado provoca un sobrante de material que debe ser retirado y depositado en otro punto. Por ello, la Autoridad Portuaria aprovechará el sobrante de material de la estabilización de la ladera de Punta Lucero como relleno del Espigón Central, compensando de este modo ambas obras.

Por lo tanto, y como se ha indicado, la estabilización de Punta Lucero es una obra independiente a la del Espigón Central, pero se englobará en un único concurso público para coordinar ambas obras, optimizando los ritmos de ambas.