La región chocoana de Nuquí-Bahía Solano, adonde arriban anualmente las ballenas jorobadas, podría convertirse en Reserva de la Biosfera en 2017 junto a Sanquianga y Gorgona, ambas en la costa del Pacífico

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18 Octubre 2016
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A petición de la Unesco, expertos del Instituto de Investigaciones Ambientales radicado en dicha zona ribereña desarrollan estudios integrales en las dos áreas a fin de avalar ese título, que persigue promover la conservación de los ecosistemas y fortalecer la relación entre el hombre y la naturaleza, precisó el portal digital El Tiempo.

Según estudiosos, junto al impulso de estrategias conservacionistas, la idea es fomentar opciones productivas en tales territorios y particularmente el turismo ecológico, pero con criterios ambientalistas.

La caracterización integral de Nuquí y Bahía Solano está avanzada, resta iniciar talleres con los pobladores acerca de las riquezas de esos escenarios y las maneras en que podrán usarlos en beneficio colectivo, sin perjuicios para el entorno, comentó William Klinger, director de la institución científica en declaraciones al sitio web.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró previamente otros cinco parajes colombianos como Reservas de la Biosfera, entre ellos sobresalen la Sierra Nevada de Santa Marta -mayor formación montañosa litoral del planeta- y Seaflower, en el mar Caribe.

Cada año los habitantes del chocoano municipio de Nuquí celebran el Festival de la Migración para dar la bienvenida con danzas y cantos a las ballenas jorobadas, las cuales luego de un largo viaje realizan su ritual de apareamiento frente a las playas colombianas a partir de julio y hasta noviembre.

Tal espectáculo es presenciado igualmente por lugareños y visitantes en la vecina Bahía Solano, distinguida también por la abundancia de aves.

Mientras la subregión Sanquianga-Gorgona destaca por su biodiversidad.