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El bistec y el coctel de gambas que se come una persona sobrecarga la atmósfera con 0,81 kg de dióxido de carbono

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13 Abril 2017
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La tala de bosques de mangles para la cría de camarón y tierras de pastoreo contribuye enormemente al efecto de gas invernadero, una de las principales causas del calentamiento global, según una nueva investigación.

El estudio de siete años, conducido por la Universidad Estatal de Oregon y el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), abarcó cinco países desde Indonesia a la República Dominicana. Los investigadores concluyeron que la conversión de estos bosques a usos agrícolas resulta en una huella de carbono del uso de la tierra de 0,645 kg de dióxido liberado a la atmósfera por kg de vacuno producido y 0,73 kg de dióxido de carbono por kg de camarón.

"A escala personal, esto significa que el bistec y el coctel de gambas que se come una persona que provienen de la conversión de estos bosques sobrecarga la atmósfera con 0,81 kg de dióxido de carbono," dice J. Boone Kauffman, ecólogo en la Universidad Estatal de Oregon, quien ha liderado el estudio.

"Es la misma cantidad aproximada de gases de efecto invernadero emitidos por un coche económico en combustible desde Los Angeles a Nueva York."

Las conclusiones han sido publicadas en la revista Frontiers in Ecology and the Environment. Los resultados fueron obtenidos por los investigadores mediante el desarrollo de una nueva medida - la huella de carbono de uso de la tierra- que mide la cantidad de carbono almacenado en un bosque de mangles intacto, las emisiones de gas de efecto invernadero producidas por la conversión y la cantidad de camarones o carne de vacuno producida a lo largo de la vida del uso de la tierra.

Los manglares representan el 0,6 por ciento de todos los bosques tropicales del mundo, pero su deforestación supone hasta el 12 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de toda la deforestación tropical, dice Kauffman.

"Lo que descubrimos fue impresionante," dice. "La cantidad de carbono que se emite a la atmósfera cuando estos bosques de mangles son convertidos en piscinas para camarón o pastos es enorme. Y la productividad alimentaria de estos sitios ni siquiera es alta."

Los manglares son un grupo de árboles y arbustos que viven en zonas intermareales costeras tropicales. Existen cerca de 80 especies distintas de mangles. Estos árboles crecen en suelos encharcados de agua, donde el movimiento lento de estas aguas permite la acumulación de sedimentos. En estos entornos, los manglares secuestran enormes cantidades de carbono quedando almacenadas durante siglos.

Las tasas de deforestación han sido dramáticas durante las últimas tres décadas. Están desapareciendo a un ritmo de en torno el 1 por ciento al año. La conversión a piscinas de camarón es la principal causa de la degradación de los manglares y el declive en el sudeste de Asia.

El estudio se llevó a cabo en 30 bosques de mangles relativamente intactos y 21 piscinas de camarón o pastos adyacentes en Costa Rica, la República Dominicana, Honduras, Indonesia y México. Las piscinas de camarón fueron analizadas en todos los países excepto en Mexico, donde el uso predominante de la tierra era la conversión en pastos para el ganado.

El declive en el almacenamiento de carbono debido a la conversión de manglares a piscinas para camarón o pastos para el ganado ha sobrepasado las estimaciones previas del grupo de científicos.

"Estos bosques han estado absorbiendo carbono durante los últimos 4.000 y 5.000 años y ahora, debido a la deforestación, se han convertido en importantes fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero", dice Kauffman. "Debido a la cantidad de carbono que pueden almacenar y que luego es liberado como gas de efecto invernadero cuando se talan, son lugares importantes para proteger con el fin de mitigar o ralentizar al cambio climático."