El partido Popular fuera de Galicia dice todo lo contrario de lo que esta empecinado en "meter a cualquier precio" las jaulas de acuicultura aunque le cueste el gobierno de la Xunta, como negocio futuro a sus más íntimos y perversos negocios y ansias privadas que ocultan a los ciudadanos, que van desde recalificaciones, a expropiaciones y exterminio del sector marítimo pesquero de Galicia... El municipio de ADEJE aprobó una moción del PP que condena la situación de la acuicultura....El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Candelaria, José Gumersindo García en contra de la acuicultura..Suma y sigue....Sra. Quintana, muy mal, pero que muy mal, que sus colegas de partido rechacen la acuicultura y Usted pretenda venderla con el "elixir" divino para los gallegos...!!! Dimita y váyase para su casa, y si es lejos de Galicia, mucho mejor !!!.
INFORME DE 2008:
ASUNTO: Informe que emite Félix Manuel Medina, Biólogo del Servicio de Medio Ambiente del Cabildo Insular de La Palma en relación al trámite de consulta Avance e Informe de
SESIÓN PLENARIA EXTRAORDINARIA DE FECHA 24 DE FEBRERO DE 2014..................
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Sostenibilidad del Plan Regional de Ordenación de la Acuicultura(PROAC)
Dice el Infome; "la contaminación del medio que se produce por los desechos de la producción, excrementos, restos de comida, animales muertos, etc. Éstos pueden provocar, y de hecho lo hacen, la eutrofización del medio, así como modificaciones en los comportamientos de las especies que se encuentran en los alrededores de los cultivos. Asimismo, la contaminación por los productos sanitarios que se aportan a los peces cultivados se transmite al medio pudiendo provocar graves alteraciones en el ecosistema marino"
ASOLAN muestra su rechazo a colocar jaulas para la acuicultura frente al litoral de Playa Blanca
El portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Candelaria, José Gumersindo García en contra de la acuicultura..
Media docena de tiburones ronda las jaulas de acuicultura en la costa...
Los expertos consultados explican que su presencia es un fenómeno habitual en los últimos años, por el efecto llamada de la "comida fácil" de las granjas
Llevan tiempo rondando la costa grancanaria, pero en los últimos años han incrementado su presencia en el litoral Sureste por el efecto llamada que supone la "cómida fácil" de las granjas de acuicultura que proliferan frente a la costa, ver imágenes del vídeo captado por buzos de mantenimiento de jaulas acuícolas a 500 metros de Tufia, en la costa de Telde.
esta situación provoca que sea recomendable "restringir el acceso humano a la zona, simplemente por seguridad", comenta un licenciado en Ciencias del Mar y aficionado en tiburones, que conoce bien el trabajo en las jaulas de acuicultura.
De la misma opinión son el grupo de biólogos consultados. "Tienen un suministro de comida muy fácil en torno a las jaulas", explica un catedrático en la materia. Y ese fenómeno en torno a las jaulas acuícolas de Tufia "se conoce desde hace tiempo, incluyendo a otras especies como las cornudas".
Datos y hechos propiciados por el Partido Popular contra la acuicultura que quiere asentar a cualquier precio en Galicia:...
El Consistorio aprobó una moción del PP que condena la situación de la acuicultura en la Costa Adeje.
El concejal de Turismo y consejero socialista por el Cabildo Insular de Tenerife, Miguel Ángel Santos, manifestó ayer su malestar por la colocación de jaulas marinas justo en frente de zonas turísticas importantes de la Isla, como las situadas frente al hotel Bahía del Duque y en otras zonas que cubren Puerto Colón o Playa Fañabé.
La posición de Miguel Ángel Santos coincide plenamente con la visión del Partido Popular adejero, que fue el primero en presentar en el Ayuntamiento una moción que fue aprobada por unanimidad por todos los grupos políticos, donde se especificaba claramente la negativa a la práctica de la acuicultura que afectan directamente a las playas de Costa Adeje, concretamente las de Puerto Colón, Playa Fañabé, Las Toscas, Playa del Duque y Playa de la Enramada.
Según el PP, "se otorga concesiones por el Gobierno de Canarias a tres empresas para instalar un total de 22 jaulas marinas habiéndose instalado en la actualidad y sin escrúpulos, 18 jaulas flotantes de 19 metros de diámetro a 35 o 40 metros de fondo marino, a excepción de 2 que aproximadamente tendrían unos 9 metros de diámetro, para el transporte de alevines desde el muelle hasta las jaulas, produciendo unas 900 toneladas de doradas y lubinas".
El PP argumenta que esta forma de criar peces en jaulas para su venta y producción "no comprende la misma capacidad de control de los desechos que en el medio terrestre, ni la posibilidad de realizar procesos de depuración que eviten la contaminación del medio".
La acuicultura
En el campo de la producción alimentaria, la acuicultura es el primer sector en el mundo en términos de crecimiento. Frecuentemente propuesto como el futuro de la industria íctica, NO es al día de hoy una solución a la sobrepesca.
Si bien en ciertas zonas algunas formas de acuicultura puedan constituir una fuente significativa de alimentos, éstas, sin embargo, deben ser desarrolladas de manera responsable. El rápido progreso de la acuicultura intensiva para las especies de alto valor comercial dirigidas a la exportación, como el salmón y las gambas, ha provocado ya una degradación espantosa del ambiente y el desplazamiento de muchas poblaciones de campesinos y pescadores locales, impedidos de continuar con su propia actividad.
Entre los principales problemas vinculados con la acuicultura se encuentran:
La destrucción de los ecosistemas
Los criaderos intensivos liberan en el ambiente natural del entorno cantidades enormes de desechos orgánicos (materias fecales) y aguas tóxicas. Todos los criaderos escoceses de salmón puestos juntos, por ejemplo, producen cada día ¡tantas deyecciones como los 600.000 habitantes de Edimburgo! En consecuencia, se puede originar un crecimiento acelerado y caótico de algas en las aguas, que a su vez pueden resultar mortales para ciertos animales marinos, e indirectamente representar un peligro para el hombre, que termina por comer moluscos contaminados. Cuando un ecosistema está demasiado comprometido para continuar albergando un criadero, éste, sencillamente, es trasladado a otra parte.
Es muy frecuente que los ecosistemas costeros sean literalmente destruidos para ser explotados con criaderos intensivos. Es el caso, por ejemplo, de las zonas artificiales creadas para la cría de gambas tropicales: se abaten los manglares, provocando la desaparición de todas las especies que allá se refugian (peces de todo tipo, incluidos algunos destinados al mercado, ostras, aves, etcétera), y se elimina una protección natural contra las tempestades y los maremotos. Se agota el agua dulce de los manantiales para reducir el nivel salino en las acuiculturas, y las comunidades costeras son constreñidas a emigrar para sobrevivir. Se calcula que ha desparecido ya cerca del 35% de los bosques de manglares, y que algunos países han perdido el 80% de ellos. Las actividades humanas que concurren a la destrucción de esta vegetación tropical son la acuicultura con un 52% (la cría de gambas en un 38% y la de peces en un 14%), la deforestación (26%) y la desviación de los cursos de agua dulce (11%).
La presión sobre las especies libres
Contrariamente a cuanto se podría imaginar, la acuicultura no disminuye la presión que se ejerce sobre las especies libres. Tal y como hoy se práctica, en muchos casos la aumenta directamente.
- En los criaderos intensivos existe tal concentración de animales que a los parásitos y las enfermedades les resulta fácil proliferar. Las especies que allí se crían, seleccionadas por su resistencia, superan estas calamidades con frecuencia gracias a un uso intensivo de antibióticos y vacunas, pero en el ambiente natural contiguo las especies locales, libres, se ven golpeadas de lleno. Un estudio reciente demostró que un solo criadero de salmones de la Colombia Británica (Canadá) genera en el medio ambiente una tasa de piojos de mar 33.000 veces superior a la tasa normal, provocando infecciones mortales en un rayo de 70 km.
- En muchos criaderos acuáticos, para nutrir la producción se utilizan cantidades enormes de “pescado forraje” y de harina y aceite de pescado. Gran parte de la acuicultura consiste en el engorde de peces carnívoros como el salmón y el atún. Desde el punto de vista comercial está claro que la operación resulta interesante, visto que el pescado de criadero alcanza precios mucho más elevados que aquellos peces que han servido para nutrirlos, no obstante también estos últimos (sardinas, caballas o anchoas) son comestibles para el hombre. Al final, en esta operación se utiliza mucha más carne de pescado que la que se produce, y la presión sobre las reservas de peces libres no disminuye. La acuicultura, vista desde esta perspectiva, no puede por tanto ser una alternativa a la pesca, sobre todo en los países en vías de desarrollo, donde muy pocas personas pueden permitirse productos como el salmón ahumado.
- Los peces de cría son seleccionados en función de características no idóneas para sobrevivir en el ambiente natural. Una cierta cantidad de peces se escapa, no obstante, de los criaderos y ejerce después una presión sobre el ambiente natural. En algunas zonas los peces que han conseguido fugarse son ya más numerosos que sus “hermanos” libres, y contribuyen así a empobrecer el patrimonio genético, y agravan el peligro que amenaza a las especies autóctonas.
- Algunos centros de acuicultura aplican técnicas de ingeniería genética a las especies que crían (pescado genéticamente modificado), y la mayoría de las veces fuera de todo control. Es el caso de algunos criaderos de atún, salmón y tilapia genéticamente modificados. La investigación en este sector se halla en plena expansión en muchos países. Actúa ante todo sobre la aceleración de los ritmos de crecimiento, la esterilización, la resistencia al frío y a las enfermedades. Afecta a peces, moluscos, mariscos y otros organismos marinos como las algas. A día de hoy no existe información sobre las consecuencias de estas prácticas sobre la salud humana. Si se han estudiado, sin embargo, los efectos sobre el ambiente acuático: diversas organizaciones de defensa de los ecosistemas marinos evidencian que es imposible garantizar que estos peces no escapen y subrayan que su imprevista presencia en los ambientes naturales representa un potencial desastre.
Otra cuestión es la introducción de especies no locales, que representa una amenaza para el ecosistema implicado y es siempre una fuente de problemas imprevistos para aquellos que la deciden. Seleccionados por su capacidad para reproducirse, para crecer velozmente, pero también para evolucionar en aguas de calidad mediocre, los peces genéticamente modificados y las especies no locales gozan de ventaja sobre los autóctonos: los fugitivos los amenazan devorando los ejemplares más jóvenes y entran directamente en competición por la comida y el habitat, propagando enfermedades y parásitos.
Un ataque a los derechos de las poblaciones locales
La industrialización de la acuicultura parece plantear también algunos problemas en materia de respeto por los derechos del hombre.
Hace ya algunos años que causa una seria preocupación el impacto social de la cría de gambas, que ha gozado de un increíble boom tras la exponencial demanda mundial.
Según la Environmental Justice Foundation, esta industria es frecuentemente responsable de graves abusos, como son la incautación de tierras y el desplazamiento de poblaciones, la intimidación a veces violenta de los tradicionales usufructuarios de los recursos locales, el empleo de mano de obra infantil y la corrupción de funcionarios.
La acuicultura, una cuestión a no perder de vista…
Para una mayor información sobre los problemas vinculados con la acuicultura:
Monterey Bay Aquarium Seafood Watch
Monterey Bay Aquarium Aquaculture Fact Card
Asia Solidarity Against Industrial Aquaculture
Para una mayor información sobre desarrollo sostenible de la pesca y de la acuicultura:
Collectif Pêche & Développement
Greenpeace Red Criterea Unsustainable Fisheries
FAO Fisheries and Aquaculture Department
Algunos ejemplos para entender mejor:
No todo es rosado en el camaron Le cas des crevettes d'élevage semble bien être le meilleur cas d'école en matière d'aquaculture désastreuse à l'ère de la mondialisation......
Para saber más, haz click aquí
La manipulación genética en la cría intensiva de ostras: una cuestión ética. La cría intensiva de ostras ha aumentado durante estos últimos años sensiblemente a fin de responder a las demandas del mercado; hasta el punto de que los investigadores han tratado de hacerlo mejor de lo que lo hace ya la naturaleza: en los años noventa del pasado siglo, en efecto, desarrollaron una nueva ostra, estéril, denominada "de las cuatro estaciones"
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Salmón de acuicultura: el alimento más tóxico del mundo
http://www.alimentacion-saludable.org/wp-content/uploads/2014/10/salmon-de-crianza.jpg 450w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px">El salmón de acuicultura es un alimento muy popular. Ya sea ahumado o fresco, está presente en todas las pescaderías y supermercados. Nutricionistas y autoridades sanitarias lo recomiendan como parte de una dieta saludable y para prevenir afecciones cardíacas, debido su alto contenido en grasas omega-3. Los restaurantes lo sirven a menudo como alternativa sana a la carne. No obstante, el salmón de crianza tiene poco que ver con su “primo” el salmón salvaje. El salmón de acuicultura, mayoritariamente procedente de Noruega, Escocia, Canadá o Chile, es un alimento que presenta un alto nivel de contaminación y riesgos importantes para la salud. Su crianza además tiene un efecto devastador sobre el medio ambiente.
El Dr. Jeffrey Foran, un toxicólogo norteamericano encargado de realizar uno de los estudios más completos sobre los riesgos del salmón de crianza lo tiene muy claro: ni el ni su familia volverían a probarlo después de conocer los resultados de sus estudios. Don Staniford, director de la Alianza Global contra la Acuicultura Industrial apostilla: “es el alimento más contaminado de los que encontrará en las estanterías de los supermercados y debería llevar una advertencia de salud Gubernamental”.
¿Pero qué problemas tiene entonces el salmón de acuicultura?
Niveles extremos de tóxicos: en los diferentes estudios practicados, se le han detectado altísimas concentraciones de Bifenilos Poli clorados (PCB’s) y Dioxinas altamente tóxicas para el ser humano. Estos químicos están clasificados como sumamente cancerígenos y resultan aun más peligrosos para niños y embarazadas, puesto que se les relaciona con malformaciones, además de asociarse con trastornos como el autismo, inmunodeficiencias y enfermedades degenerativas. Estas dioxinas llegan al salmón por medio de la alimentación, la cual está basada en “pellets” los cuales, además de llevar otros productos y aditivos, están compuestos mayoritariamente de harinas y aceites extraídos de pequeños pescados. Estos muchas veces proceden de zonas con altos niveles de polución. Esta contaminación se suma a la que los salmones están expuestos a lo largo de su vida y se almacena principalmente en las partes grasas, del pescado. El salmón es un pescado relativamente graso de por sí y debido a la alimentación artificial rica en aceites, se multiplica exponencialmente la acumulación de los tóxicos en el organismo del animal.
Pesticidas y antibióticos: debido a la masificación de los salmones en sus recintos de crianza, se ven atacados por numerosos parásitos, plagas y agentes patógenos de todo tipo. Para combatirlas, la industria emplea grandes cantidades de pesticidas y productos químicos, los cuáles están prohibidos en la mayoría de los demás sectores alimentarios. En los estudios realizados en salmones de acuicultura, se han detectado restos de pesticidas como el Diclorvos, clordano y DDT, entre otros. En 2013 el lobby de productores de salmón noruego, tras presionar a la Unión Europea, logró que elevaran en 10 veces las cantidades permitidas de Endosulfán, un plaguicida prohibido en la mayoría de los países debido a su toxicidad. Algunos productos utilizados para tratar los salmones se usaban en la primera Guerra Mundial como armas químicas. Pero esto no es todo: para combatir diferentes enfermedades que afectan a estos peces, se les suministran antibióticos idénticos a los se usan para humanos. Los restos que se asientan en la carne del salmón, pueden causar reacciones alérgicas a algunas personas y, lo que es peor, fomentar el desarrollo de nueva bacterias resistentes a los antibióticos.
¿De qué color quiere su salmón? La monótona y artificial alimentación de los salmones de acuicultura no permitiría que adquieran el característico color rojo de los salvajes. Pero la industria química ha encontrado un remedio a esto: se llama “Salmo Fan”. Similar a la paleta de colores del “titanlux”, se elige la tonalidad que se quiere para el salmón, desde el anaranjado al rojo intenso, y no hay más que añadir el colorante a la comida.
¿Te acuerdas de las vacas locas? En los años noventa se detectó en humanos la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la cual era nuestra versión del “mal de las vacas locas”. Esta patología tenía su origen en el pienso que se suministraba a las vacas, el cual estaba hecho en base a restos de otros animales (en concreto ovejas) convertidos en harinas. En su día se reconoció que estas prácticas contra-natura (las vacas no comen carne) comportaban un alto riesgo para la salud, pues podían causar saltos de especie de diferentes enfermedades o provocar otras nuevas. Por ello, se prohibieron para la alimentación del ganado. No obstante, no están prohibidos en la alimentación del salmón de acuicultura, donde además de los aceites y harinas de pescado, los pellets se “aderezan” con otros componentes como subproductos del cerdo o del pollo, incluyendo plumas o sangre. También es habitual añadir cereales, sobre todo maíz en su mayoría transgénico.
Tratamientos de esterilidad. Algunas fuentes indican que para asegurar que los salmones se centren en el engorde antes que en la reproducción, se potencia la esterilización de las hembras, para lo cual se estarían usando métodos como hormonas (esteroides), químicos o incluso bombardeo con rayos-X.
La acuicultura es nociva para el medio ambiente. Algunos defensores de la acuicultura han sostenido que esta evita la sobrepesca. Esto sin embargo es totalmente falso, ya que los pellets con los que se alimentan los pescados de crianza, también se fabrican en gran parte a partir de otros peces más pequeños, que proceden de la pesca extractiva. Se calcula además que para obtener un kilo de salmón, se necesitan 5 kilos de otros pescados, por lo que no resulta una práctica sostenible en absoluto. Adicionalmente, la acuicultura causa muchos otros problemas: pesticidas, químicos y antibióticos que se vierten al mar, toneladas de excrementos que se acumulan bajo las jaulas de crianza y que sirven de sustrato a todo tipo de bacterias, diseminación de numerosas plagas y enfermedades que afectan a otras especies. Esto es particularmente grave en áreas donde convive el salmón salvaje con el de crianza. En algunas zonas de Canadá, los salmones salvajes están despareciendo a velocidades vertiginosas desde que se instalaron los criaderos, los cuales muchas veces se encuentran en sus zonas de tránsito. Es por esto que Alaska, la cuna del salmón salvaje, ha impuesto un veto total a cualquier actividad de acuicultura en su territorio.
No obstante, la industria del salmón de acuicultura es un negocio multimillonario, que genera miles de puestos de trabajo. Es por ello que los Gobiernos de los países productores han impuesto un fuerte hermetismo sobre el tema, a veces ejerciendo presión sobre los científicos que han realizado estudios y minimizando los peligros de consumir salmón cuando en alguna ocasión se han filtrado datos a los medios.
Los métodos de intimidación son pseudo-mafiosos. La doctora Noruega Anne-Lise Bjørke Monsen estuvo a punto de arruinar su carrera por publicar advertencias sobre el alto riesgo del salmón para las embarazadas. La toxicóloga Claudette Bethune fue despedida por el Gobierno noruego por advertir de los altos niveles de Cadmio, un metal pesado que puede causar disfunciones renales, hallado en los salmones.
En Canadá, incluso se intentó aprobar una ley que prohibía publicar cualquier dato de salud sobre los salmones de crianza. Por fortuna, finalmente no salió adelante por considerarse anti-constitucional. No obstante, se le permite a la industria mantener en secreto sus propios análisis, algo que es bastante ilustrativo de que se ocultan cosas.
¿Debemos entonces eliminar el salmón de nuestra dieta?
Según la conclusión de los estudios del Dr. Foran, comer salmón de acuicultura más de dos o tres veces al año supondría un riesgo para la salud. Debería evitarse además completamente en embarazadas y niños de corta edad.
Así que si vas al restaurante de comida rápida, posiblemente la denostada hamburguesa resulte ser bastante menos tóxica que el filete de salmón.
Una alternativa puede ser el salmón salvaje de Alaska, casi el único que se puede conseguir en tiendas. Se suele vender ahumado o congelando en algunos comercios seleccionados. Está certificado por National Marine Fisheries Service (NMFS) de Alaska. Podéis ver una lista de puntos de venta de salmón salvaje en España en la web española de Alaska Seafood. Para otros países existe una lista de páginas locales en la web en inglés que se pueden consultar.
Por supuesto el precio es más elevado que el del salmón de acuicultura y su disponibilidad es estacional. No obstante, puede ser una sabia decisión comerlo menos a menudo, pero que sea de buena calidad. Esto además impide su consumo en exceso, lo que evitará su sobrepesca y volverá a dar al salmón el estatus que tuvo antaño: un producto exquisito para las ocasiones especiales.
