Samarco se ha convertido en la mayor contaminadora del Mundo sin que las autoridades tomen conciencia del envenenamiento humano y natural

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Reportajes 09 Enero 2016
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1447795691 652327 1447796834 noticia normalLa presidenta del Instituto Brasileño de Medio Ambiente, Marilene Ramos, reconoció en la noche de este jueves que el vertido de lodo tóxico, proveniente de la ruptura el pasado 5 de noviembre de la represa minera de Samarco, podría haber alcanzado las aguas del Parque Nacional de Abrolhos, en el estado de Bahía.

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Al parecer, la enorme mancha marina de 55 millones de metros cúbicos de lodo tóxico, debido a las elevadísimas concentraciones de metales pesados, consiguió recorrer los 250 kilómetros que separan la desembocadura del río Doce del archipiélago de Abrolhos, un verdadero santuario de corales en el que se reproducen cada año miles de ballenas jubarte o "jorobadas" procedentes del océano Antártico.   A pesar de que todavía se trata de una sospecha, los exámenes sobre muestras de agua recogidas en la región por los técnicos del IBAMA confirmarán en los próximos días si hubo o no contaminación mientras que la empresa minera Samarco, propiedad de las multinacionales Vale S.A y BHP Billiton, iniciarán un serie de recogidas de muestras propias entre el río Doce y Abrolhos.  

Minera brasileña Samarco pagará la mayor indemnización en la historia del país Cabe recordar que el pasado mes de noviembre, la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira, había declarado que el lodo tóxico jamás alcanzaría el Parque Nacional de Abrolhos debido a las intensas corrientes que circulan entre el norte del estado de Espíritu Santo y el sur de Bahía, una declaración que en su momento muchos biólogos marinos criticaron fuertemente.   La catástrofe de Samarco provocó 15 muertes y fue uno de los asuntos destacados en la pasada Cumbre del Clima de París donde la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llegó a calificarlo como "el mayor desastre ambiental de la historia" del país sudamericano y anunció severas consecuencias para las compañías mineras responsables por el vertido, unas consecuencias que por el momento únicamente se han traducido en una multa de 250 millones de reales (61,7 millones de dólares).