Francia endurece los controles en su frontera italiana de modo unilateral. | |
Dos centenares de migrantes, en su mayoría potenciales solicitantes de asilo, se concentran en la ciudad italiana de Ventimiglia, en la frontera con Francia, a la espera de que las autoridades galas les permitan el paso al país vecino. Francia tomó el martes la decisión unilateral de establecer controles más férreos en su frontera italiana y prohibir el paso a quienes no cuenten con un permiso de permanencia legal en la Unión Europea. Los migrantes, mayoritariamente procedentes de África, se agolpan en la estación de Ventimiglia (poco más de 20.000 habitantes). Allí, las autoridades y la Cruz Roja han instalado duchas y baños, además de un furgón ambulatorio. El alcalde, Enrico Ioculano, estima que cada tarde llegan en torno a 80 personas procedentes de otras estaciones de Italia Otro grupo numeroso permanece acampado en la escollera del puerto, sin condiciones mínimas de sanidad e higiene, como forma de protesta ante el bloqueo. El cierre fronterizo es una decisión polémica que se enmarca dentro del reparto de cuotas a la inmigración en la UE que los ministros europeos de Interior han decidido este martes dejar en manos del próximo Consejo Europeo. |