
CAPTURA DE LA CONSELLEIRA Y SUS SOCIAS SIN PESCADO, SOLO ELLAS Y EN LA PARTE DE ATRAS CARTELES EN LA PARED MÁS PROXIMOS A UNA DELEGACION DEL PP QUE A UNA PESCADERIA DE NUESTRO LITORAL. Y SOBRE TODO LUCIENDO UN BOLSO DE 380 EUROS Y ES QUE EL BONO DA PARA MUCHO.
Mientras la Conselleira do Mar, Marta Villaverde, visita un chiringuito en Pontevedra para emitir un comunicado con cifras redondeadas y sonrisas forzadas, miles de familias gallegas miran al frigorífico vacío. Más de 300.000 mil familias —es decir, decenas de miles de personas— viven al borde o ya dentro de la exclusión social, literalmente abandonadas por un Gobierno del PP encarnado en Alfonso Rueda, que prefiere invertir en fake news que en soluciones reales.
Hoy, la Consellería do Mar celebra con bombo y platillo el lanzamiento del Bono Peixe, una supuesta medida “pioneira” que moviliza 2,5 millones de euros y que, según dicen, ya acumula “más de 700 establecimientos adheridos y más de 52.000 bonos descargados en las primeras 24 horas”. Pero detrás de este comunicado de marketing político, cuidadosamente orquestado desde un quiosco de propaganda, se oculta una verdad incómoda: ¿está la Xunta financiando con fondos públicos el consumo de pescado ajeno a Galicia como si fuera propio?
Porque el informe de Pladesemapesga lo deja claro:
Galicia no vive solo de su propia pesca. A pesar de ser una de las principales potencias pesqueras de Europa, depende masivamente de importaciones de pescado, tanto de otros países de la UE como de terceros países. En 2023, por ejemplo, se importaron casi 9.000 toneladas de sardina desde Portugal, por valor de 9,3 millones de euros, debido a las restricciones de cuota a la flota gallega. Además, entran atún, caballa, moluscos y crustáceos de Sudamérica y otros continentes, todos ellos sujetos a estrictos controles sanitarios en los Puestos de Control Fronterizo (PCF), con documentación exigente: certificados sanitarios, de origen, de captura, trazabilidad, notificaciones previas en TRACES, y planes de control de contaminantes,pero no es producto gallego como prentende la Conselleira hacernos ver.
Pero de todo eso, ni una palabra en el comunicado oficial. Se omite por completo el informe de trazabilidad del producto subvencionado. No se aclara si los 2,5 millones del Bono Peixe están impulsando el consumo de pescado gallego o, en buena parte, pescado importado que entra por los mismos canales: lonjas, mayoristas, distribuidores y tiendas adheridas.
¿Dónde está la transparencia? ¿Por qué la Conselleira se niega a informar más allá del escaparate mediático?
El Bono Peixe ofrece un descuento del 25%, hasta 5 euros semanales, en compras de pescado y marisco fresco. Bien por el que iene los 5 euros semanales, los excluidos sociales tendrán para una pequeña bolsa de minchas, 2 o 3 biobardos y una marañocas, ¿ ya esta bien de tomarnos el pelo ?. Pero si el objetivo real es revertir la tendencia negativa en el consumo de productos pesqueros, como dice Villaverde, ¿por qué no se prioriza el pescado capturado por la flota gallega? ¿Por qué no se exige trazabilidad clara en los bonos? ¿Por qué los 700 establecimientos adheridos pueden vender producto importado sin que eso se sepa?
Y mientras tanto, el consumo per cápita en Galicia ha caído por debajo de los 23 kilos anuales, a pesar de mantenerse por encima de la media nacional (25 kg vs 18 kg). El sector, estratégico, genera 11.600 millones de euros y 50.000 empleos directos. Pero también hay 300.000 mil familias que no pueden acceder a una dieta saludable, aunque el pescado tenga “baja huella de carbono” y propiedades nutricionales excepcionales.
Entonces, ¿a quién beneficia realmente el Bono Peixe?
¿A las familias en riesgo de exclusión?
¿O a una operación de marketing reputacional diseñada para maquillar la realidad, beneficiar al entorno clientelar del PP en la Consellería do Mar y lavar la imagen de un gobierno que mira hacia otro lado? justificando más de 2 millones de euros directamente invertidos en los clanes clientelares del PP, ni un solo euro al pescador de nuestro litoral.
La Xunta puede estar utilizando fondos públicos para financiar el consumo de pescado foráneo como si fuera propio, mientras oculta datos clave, manipula percepciones y convierte una medida social en un anuncio electoral disfrazado de política pública.
No queremos chiringuitos con comunicados pulidos.
Queremos transparencia, trazabilidad y justicia social.
Queremos que los 2,5 millones de euros no sirvan para vender una ilusión,
sino para alimentar a quienes más lo necesitan con producto gallego, digno y sostenible exige PLADESEMAPESGA.
Y sobre todo, exigimos que Alfonso Rueda y su gobierno dejen de fingir que todo va bien,
cuando más de 300.000 mil familias ya no creen en sus bonos, sino en la lucha diaria por no hundirse.




